Esa resistencia a que los UIP lleven su identificación, proveniente de políticos (que, hábilmente eluden el tema con algún ad-hominem) o de cabezas visibles de sindicatos (que recurren al ad-hominem con insultos, como decir que lo importante es dar leña a los violentos, y que cómo podemos pedirles que vayan identificados en medio de una batalla campal) es graciosa. Primero, porque asume que las UIP, cuyo trabajo estoy seguro es durísimo y se ve continuamente vilipendiado por los 4 anormales con cerebro paramilitar que tienen entre sus filas.
|
etiquetas: comic , policia , manifestaciones , opinion