CCOO siempre fue para mí un ejemplo a seguir. Una organización fuerte y sólida, nacida de forma ilegal durante el franquismo, cuando realmente era duro ser sindicalista. Luché cuanto pude y lo mejor que supe en su nombre, dí la cara por el sindicato donde y frente a quien hizo falta, sin titubeos. Y ahora me pregunto en qué situación me encontraría en este momento si no hubiera abandonado mis responsabilidades sindicales y tuviera que defender al sindicato a día de hoy… sinceramente, no sabría ni por dónde empezar.
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