Este abuso es tanto más sangrante cuanto que ha sido perpetrado por una empresa que forma parte de la corporación empresarial ONCE. Este grupo justifica ante la sociedad su existencia atendiendo a la importancia de la tarea de integración social de discapacitados y otros colectivos especialmente vulnerables; nada más lejos de la realidad, los abusos y desatención a los discapacitados que emplean son la norma habitual en esta empresa.
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