Los problemas para Glovo se multiplican por las quejas de sus repartidores respecto a las condiciones laborales abusivas. La empresa utiliza a 'riders' autónomos que prestan el servicio y cobran a destajo. Los “glovers” deciden “cuándo y cuánto” trabajan, pero no “cuánto” cobran. Estos acusan a la 'startup' catalana de erosionar progresivamente las retribuciones mientras contrata más y más repartidores. Ahora han dicho basta y han encontrado una forma de protestar capaz de bloquear la aplicación. Ha ocurrido este domingo en Zaragoza.
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