La agricultura es el sector más sensible a cambios climáticos. Necesita CO2, agua -ni poca ni demasiada- y temperaturas adecuadas para crecer. En esta serie de 3 artículos sobre cambio climático y alimentación, analizamos 3 cuestiones: cómo ha afectado ya el cambio climático a la producción de alimentos; cómo podrían ser estas repercusiones en el futuro; y cómo podemos alimentar a población creciente en un mundo más cálido. El cambio climático ralentizó la productividad de maíz y soja, pero podría tener pequeña repercusión positiva en el trigo.
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