Lindsay Jackson ha transformado a su pequeña de cuatro años en una pequeña Dolly Parton, con rellenos en los pechos y en trasero para que gane los concursos de belleza a los que se presenta. La madre de la pequeña ha defendido, en el diario The Sun, su decisión de vestir a la niña con un ajustado mono rosa de lycra, "para nosotros es algo normal". "Cuando usa la tetas falsas y el trasero falso, es como un bono extra", prosigue, "es realmente divertido cuando sale al escenario y todo el mundo piensa que es histérica".
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