El arranque de la campaña de vacunación en la Unión Europea fue, por decirlo finamente, decepcionante. Mientras Reino Unido y Estados Unidos avanzaban con rapidez hacia la inmunidad de grupo, el bloque comunitario dirimía disputas contractuales con sus proveedores y proyectaba una imagen de caos, desconcierto e incompetencia hasta cierto punto injusta. Hubo mucho de torpeza política, pero también de información ausente. Europa, al contrario que sus pares, sí estaba exportando vacunas. El éxito de los países anglosajones sólo era egoísmo.
|
etiquetas: salud , política de vacunas , estados unidos , reino unido