El uso en un anuncio del popular meme - una foto de un hombre que mira a otra mujer ante la indignación de su pareja - ha sido considerado sexista por el defensor del pueblo sueco para la publicidad. La imagen de stock, del fotógrafo barcelonés A. Guillem, fue una de las más compartidas en 2017 y fue nombrada meme del año. "El anuncio objetiviza a las mujeres" dijo el Defensor, "Presenta a las mujeres como objetos intercambiables y sugiere que solo su apariencia es interesante... También muestra estereotipos degradantes de roles de género...
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