Se dice que en la antigua Roma, cuando un general desfilaba victorioso, un siervo se encargaba de caminar tras él y recordarle las limitaciones de la naturaleza humana con esta frase: recuerda que has de morir (
es.wikipedia.org/wiki/Memento_mori). En realidad, se trataba de impedir que incurriese en la soberbia y se creyese un dios omnipotente. Ahora tenemos algo parecido, pero en reloj.