"Lo pasamos mal. Fue un proceso duro y recibimos muchas presiones para retirar la denuncia. La Iglesia es muy poderosa", afirma al otro lado del teléfono el abogado Juan Pedro Oliver. Este letrado, presidente de la Asociación Pro Derechos de los Niños-PRODENI,recuerda las dificultades que afrontó durante la defensa de un niño de 12 años que sufrió abusos sexuales por parte del cura de Aldeire (Granada), Amador Romero. El sacerdote fue condenado en 2001 a 18 meses de prisión por un delito continuado de abusos sexuales.
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