Recibir una factura de la luz en los tiempos que corren suele ser motivo de disgusto. Pero esa palabra se queda corta para describir la impresión de quienes se encuentran con que el importe que se le reclama alcanza las cuatro cifras. Eso le sucedió el pasado jueves a una vecina de O Grove que habita una pequeña vivienda en el lugar de Campos y cuyas facturas no habían sobrepasado en ningún momento los 200 euros.La afectada se habría cambiado de compañía el mes anterior con la finalidad de reducir el importe a pagar de las últimas facturas.
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