El mexicano Fidencio Sánchez, de noventa años, hace 23 que empuja su carrito de paletas por las duras calles de Chicago, tuvo que abandonar su retiro tras la muerte de su única hija, para poder subsistir ganando unos dólares al día; miles de personas anónimas han logrado recaudar más de 166 mil dólares para que pueda por fin jubilarse.
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