Hace entre 18.700 y 10.000 años, el clima cambió en el suroeste de norteamérica acabando con los enebros de los que se alimentaban las ratas, que tuvieron que adaptarse a los venenosos arbustos chaparrales (
en.wikipedia.org/wiki/Creosote_bush ). Ademas el incremento del CO2 aumenta su toxicidad. Tras analizar a ratas del desierto de Mojave, Denise Dearing de la Universidad de Utah ha identificado 24 "genes de biotransformación" de las ratas que son los responsables de que éstas sean capaces de desintoxicarse de estos venenos naturales.