El primer paso es la ordenación de las especies. Si tenemos, por ejemplo, un montón de cajas de cerillas diferentes para ordenar podremos hacerlo por tamaño, colores, antigüedad, país de procedencia, etc. Si muchas personas diferentes hicieran ordenaciones de las mismas, las harían con criterios, a buen seguro, diferentes. Pero si nos proponemos ordenar las especies lo haremos según un patrón de parecidos de una serie de rasgos. Lo curioso, aquí, es que diferentes biólogos hicieron ordenaciones idénticas de forma independiente.
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