De los tres menores que violaron y mataron a Sandra Palo, uno, Rafita, ya está fuera. Lo soltaron la semana pasada. Es el autor de algo que hasta al más templado le pone los pelos de punta, pero no le pasa nada. Una temporadilla en un centro donde, cuando te portas mal, te prohíben jugar a la play-station y ya está. A la calle en cuanto te conviertes en mayor de edad. Porque sí, porque Rafita tenía catorce años cuando se ensañó con una pobre muchacha y la mató de la forma más horrenda posible. ¿Y qué hacemos ahora con Rafita?
|
etiquetas: justicia , rafita , derechos