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¡Qué desmadre!

Las recientes inundaciones en Andalucía y Levante me han retrotraído a casi 50 años atrás cuando construía obras como ingeniero de caminos: puentes sobre el río Guadalhorce y sus afluentes, sobre el Guadalmedina, encauzamiento del Guadalfeo…, obras, que según creo, han resistido el empuje de las aguas desmadradas. El hombre siempre ha tratado de luchar contra los embates de la naturaleza, ha construido diques de abrigo para proteger a las embarcaciones en los puertos, presas de embalse para regular las posibles avenidas de los ríos

| etiquetas: desmadre , economía , attac

menéame