El PSOE ha encontrado un aliado a la hora de abolir la prostitución y no es, precisamente, en sus socios de gobierno. Con Unidas Podemos dividido entre abolicionistas y regulacionistas, o con ERC o Bildu reclamando un modelo similar al de Países Bajos, los socialistas han descubierto la comprensión del PP. La proposición de Ley del PSOE incluye penas de prisión de uno a tres años a "quien con ánimo de lucro promueva, favorezca o facilite la prostitución de otra persona, aún con el consentimiento de la misma". Lo que supondría el cierre de todos
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