“Buenas tardes, ¿Viene por el anuncio de las ratas para adoptar o alimentar serpientes? ¿Cuántas le pongo?” ¡Qué miedo de protectora! Con amigos así, los animales no necesitan enemigos y, cómo no, PETA está que echa humo. Decenas de ratas domésticas son las protas de esta triste historia, que un refugio está regalando para alimentar serpientes y otros carnívoros. Igual estos adoptantes de los horrores juguetean con ellas y les ponen un nombre antes de servirlas como plato único. Cruel e indignante, qué duda cabe.
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