Crítica de A propósito de Llewyn Davis, la nueva obra maestra de los hermanos Joel y Ethan Coen, con Oscar Isaac en un papel que debería estar en todas las quinielas de todos los premios otorgables, cantando y poniendo el alma a un personaje del que no podrá despegarse en toda su vida y que cuesta creer que no se trate realmente de él mismo. Espectacular además su banda sonora.
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