Denunciaron en noviembre todas las carencias que hoy lastran al servicio. Ni entonces ni ahora fueron escuchados por unas autoridades que, hasta la fecha, no les han dado respuesta a sus solicitudes para mantener una reunión y buscar soluciones al conflicto. "Nos faltan hasta lámparas en las mesas de trabajo para poder escribir".Los han tachado de "alarmistas" y de "oportunistas" por unas denuncias que, entienden, se hacen en clave electoralista.
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