En las últimas semanas muchos granjeros se han visto obligados a regalar reses a los intermediarios o en el mejor de los casos venderlas a precios poco menos que simbólicos. El aumento de los costes de producción propiciado por los altos precios de los piensos, el estancamiento del consumo y la llegada de ganado foráneo (Francia, Holanda o Alemania con mayor edad y con menor precio que los que se crían aquí), está provocando que muchos cebaderos hayan recortado drásticamente el número de animales.
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