En 1577 Felipe II, rey de España, tomaba una decisión que hacía entrar en shock a toda Europa: el mandatario había decidido no pagar a los acreedores extranjeros la astronómica deuda acumulada por su padre el emperador Carlos I. Lo que sigue es una sucesión de hechos que guarda sospechosas semejanzas con las caídas de Grecia e Irlanda así como el "acoso" actual de los mercados contra España.
|
etiquetas: españa , deuda , crisis