Cuando se trata de desarrollar la nueva generación de tecnología, probablemente el mayor cuello de botella sean las baterías. Crear y evaluar nuevos diseños de baterías es lento, difícil y costoso, por lo que es muy útil tener una simulación de carga y descarga antes de empezar con los materiales. Pero también es difícil debido a la complejidad de los procesos implicados. Hoy en día eso cambia gracias al trabajo de Wolf Dapp en el Instituto de Simulación Avanzada y a Martin Muser de la Universidad de Saarlandes, ambos en Alemania.
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