Son una docena de personas, diez de ellas sacerdotes, de ideas ultraconservadoras y prácticas muy modernas. Los curas no usan alzacuellos, tienen un alto nivel económico y disponen de numerosos bienes: incluídos pisos en el centro y dúplex en la playa. El grupo convive al menos dos días a la semana en un piso junto a la parroquia que hasta hace poco estaba asignada a uno de ellos. Relacionada:
www.elconfidencial.com/espana/2014-11-17/el-papa-francisco-destapa-una