El 16 de noviembre de 1936, Eduardo VIII, llamó al primer ministro Stanley Baldwin al palacio de Buckingham y le expresó su deseo de casarse con la norteamericana Wallis Simpson.El primer ministro se mantuvo firme: el rey debía renunciar a la idea de ese matrimonio o abdicar. Rajoy preguntado si sería necesario tomar medidas para mejorar la imagen de la Corona ha respondido que “no vamos a hacer absolutamente nada”. Marianismo en estado puro
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