El Dr. Anish Sheth describe la poo-phoria como el estado de bienestar y paz que queda después de depositar una gran defecación y puede llegar a ser adictivo para algunas personas. Al pasar grandes cantidades de heces, el recto se dilata afectando al nervio vago, causando un aumento del ritmo cardiaco y de la presión sanguínea. Cuando se 'libera', el efecto es una gran sensación de relajación. Si la caída de presión sanguínea es muy fuerte se puede producir el 'síncope de defecación' que consiste en una pérdida de consciencia transitoria.
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