Ejemplos de indignación y eco judicial no faltan en nuestro país, y todos ellos recientes. A Javier Krahe le llevaron a juicio por un vídeo humorístico donde cocinaba un Cristo —en el horno, con mantequilla—. A El Jueves le intervinieron una edición por caricaturizar a los reyes teniendo sexo, para años después vivir una tremenda escisión interna cuando el responsable de la publicación decidió censurar una portada.
|
etiquetas: humor , leyes , límites , bromas