“Me movió el instinto. Vi una escopeta y sabía que me iban a disparar y así fue. No fue un accidente. La policía tiró a dar. Yo he estado al borde de la muerte por un pelotazo de los antidisturbios”. Consolación Baudín de la Lastra, Chelo, nunca olvidará el 11 de julio del año pasado, cuando decidió ir al paseo de la Castellana de Madrid para aplaudir la marcha de los mineros, procedentes de León y Asturias, en plena reivindicación de ayudas para el sector de la minería del carbón.
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