[c&p]Imagínese que está en Londres de vacaciones y quiere evitar los típicos recorridos turísticos[]Imagine también que le gusta hacer fotos de esas estaciones de metro alejadas y de los autobuses de dos plantas típicos de la ciudad. Y, ya de paso, imagine que llega un agente de Policía, le pide sus datos y su cámara fotográfica y borra, una a una, sus imágenes invocando evitar actos terroristas. O mejor deje de imaginarlo, porque le ha pasado en realidad a Klaus Matza, un turista austríaco la pasada semana.
|
etiquetas: derechos , exceso , abuso de poder