Hace unos días visité varias tiendas de informática de mi localidad en busca de un monitor de ordenador un poco especial para un proyecto en el que me encuentro involucrado. Ya que estamos pregunté en las tres. Sólo una de ellas me dio precio y plazo de entrega de un modelo adecuado. Las otras dos tiendas se comprometieron a enviarme un email o llamarme cuando pudieran informarme. En la tienda nueva me dijeron algo así como: “te llamo cuando venga el que sabe los precios”. Pasados cuatro días he recibido el siguiente email.
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