[c&p] Hace tiempo, cuando enunciaba "La paradoja del pecho bonito" mostré a las hermosas valquirias como un ejemplo de aquella anomalía anatómica y evolutiva, centrándome tan solo en las articulaciones de sus alas traseras y la ausencia del esternón en forma de quilla. Me atreví a llamarlas contradicciones a pesar de conocer la existencia de otros seres alados más merecientes de ser tirados por tierra, los ángeles de la mitología cristiana.
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