Se llama hudia, contiene un principio que atenúa el hambre –mucho más que la yerba mate- y permite sobrevivir en el desierto. La usan desde siempre los bosquimanos, pero ha sido objeto de explotación comercial por Pfizer y Unilever. La droga sintetizada derivada se emplea cada día más en dietas y el valor de la patente en mercado alcanza ya US$ 10.000 millones.Hoy el específico pertenece al holandés Univeler. Pero la etnia ha venido reivindicándolo desde 1999.
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