No contento con provocar una plaga de diabetes con Titanic (la primera película ecologista de gran presupuesto, ya que los espectadores se ponían de parte del iceberg), Cameron vuelve a apostar por el azúcar en una cinta sonrojante donde no sólo plagia descaradamente Pocahontas y Bailando con lobos, sino que demuestra a las claras que las aventuras de los Pitufos son la base de su cine.
|
etiquetas: james cameron , critica , pitufus , avatar , david torres