La policía ha pillado ebrio al conductor de un autobús nocturno habilitado en Lleida para que los jóvenes que salgan de marcha y beban no tengan que coger sus coches. Los agentes pararon al conductor del autobús y le realizaron una primera prueba que dio un positivo de 0,28 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, mientras que la segunda fue mientras que la segunda fue de 0,25. La tasa máxima de alcohol permitida para conductores profesionales es del 0,15 miligramos por litro, por lo que el chófer casi doblaba dicho límite.
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