El fiscal solicitó ocho meses de prisión para Vanesa E.O. y otros tantos para su marido, Clemente M.E. La protectora, que ejerció la acusación particular, elevó la petición a un año. En octubre de 2007, en un alpendre anexo a la casa de esta pareja, agentes del Seprona hallaron una perra, de nombre Negrita, muerta por inanición y a otra, Bolita, desnutrida y rodeada de heces y suciedad. Ambos canes, que pasaban períodos de dos semanas sin que les diesen alimentos y agua, estaban en zulos sin luz.
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