Empujar a un concejal y luego agarrarlo por los genitales es un delito que se castiga con cuatro años de prisión. Esa es la pena a la que se enfrenta una vecina de Fisterra (A Coruña) que en octubre del 2008 tuvo un desgraciado desencuentro con un edil de esa localidad. Lo empujó a una zanja, le dio dos bofetadas y lo agarró por sus partes al tiempo que lo insultaba.
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