El grito fue fuerte y agudo El cadáver de un joven, el pozo de sangre y las manchas esparcidas por toda la habitación, fueron suficientes para impresionar a la camarera del hotel Colombia -ubicado en la avenida que lleva el mismo nombre en Catia- a las 7:00 de la mañana del miércoles, cuando se disponía a limpiar el cuarto. Según refirieron extraoficialmente fuentes policiales, el joven llegó al hotel el martes a las 7 de la mañana. La encargada de la recepción lo hospedó en la habitación número 13 y no en la 4, en la cual fue localizado muerto
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