El estudio de Sharon DeWitte, de la Universidad de Carolina del Sur, analizó los cadáveres exhumados de cementerios de Londres antes y después de la pandemia. La Peste negra funcionó como un gigantesco evento de selección natural. Los individuos “débiles”, aquellos que se encontraban viejos y/o enfermos, tendían a morir con mayor frecuencia. Aquellos que sobrevivieron heredaron un mundo mejor, con una mayor longevidad, mejor salud, precios de comida más bajos y salarios más altos. En español:
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