Para Stalin lo esencial era la ambición de poder. Es uno de los personajes más odiados en la historia por las siguientes razones: Anuló todas las libertades. Negó el más mínimo pluralismo. Aterrorizó a la población instaurando un régimen policial. Eliminó no sólo a los discrepantes o sospechosos, sino a todo aquel que pudiera poseer algún prestigio o influencia propia. Exterminó o trasladó a pueblos enteros como castigo. Sometió todo el sistema productivo a la estricta disciplina de una planificación central obligatoria.
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