Los siete pitbulls estaban fuera para su paseo diario en Victoria, Columbia Británica, ocupandose de sus propias cosas, en palabras de su paseador. Ignoraban completamente que estaban apunto de encontrarse con un gato llamado Baby. Kyla Grover explicó al The Vancouver Sun lo que ocurrió a continuación a los 7 perros — de una raza con quizás una mala reputación de agresividad - que fueron atacados.
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