La prostitución se ejerce, casi siempre, en el marco de una relación de extorsión y a través del control de redes profesionales de tráfico de seres humanos y/o proxenetismo.Por eso las falsas “Elenas” no son más que el señuelo de una empresa que se nutre de los beneficios devengados del comercio de mujeres. Que los grandes periódicos españoles -y extranjeros, desde luego- facturen millones de euros sirviendo de soporte publicitario a ese cruel negocio es una inmoralidad sin paliativos. Así reza en el blog de Elena Valenciano, diputada del PSOE.
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