Nos recibe Manuel Perez Lima, la persona. De la Orotava, Tenerife. En el carnaval que es la vida, donde cada cual vestimos un disfraz, interpretó el papel de árbitro, vinculado a su gran pasión, el fútbol, donde fue portero hasta una frustrante lesión de hombro en su adolescencia. Empezó a arbitrar en Primera División a los 36 años, hasta el error que segó su trayectoria en la élite: una mano del Kun Agüero que terminó en gol, que convirtió su sueño en pesadilla.
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