Ahí fuera hay gente a la que no le gusta que los personajes de cómics salgan desnudos, ni que beban alcohol o consuman drogas o hagan el amor, ni les gusta que digan palabrotas ni les gusta que expresen ideas políticas diferentes a las suyas. Muchos de estos censores vocacionales están como una puta cabra y ni se me pasaría por la cabeza tomármelos en serio ni dedicarles un post, pero a veces también he ofendido a personas a las que tenía cariño y cuya opinión respetaba un montón. Mayormente ha sido por temas relacionados con la muerte.
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