Pagar a los bancos privados por sus depósitos en el banco central es, sencillamente, concederles un subsidio, mantener un privilegio que no tiene justificación.A la banca central se le ha dado total independencia y plenos poderes para combatir la subida de precios y mantener la estabilidad del sistema financiero. En el periodo en que disfrutan de este privilegio se ha producido el mayor nº de crisis bancarias y de deuda de la historia contemporánea y, recientemente, las subidas de precios más grandes de los últimos 50-60 años, según los países.
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