Perder es un fin en sí, una manera tan legal como otra de organizarse la vida. Y si para algo sirve escribir una columna como esta, si algún valor tiene como servicio público, es para reivindicar el valor de la derrota digna y del estilo del perdedor. La derrota es el asidero de los benditos, de aquellos que nunca quisimos molestar mucho y que damos por buena una alegría en un millón de años. El plan no siempre sale bien.
|
etiquetas: perder , derrota , rufián , loser , plan , cruyff , política , columna