Este centro, cuya andadura comenzó apenas hace 4 años, fue financiado por el sector más consciente del PCE que quería convertir el centro en el referente de los movimientos juveniles anticapitalistas y de lucha de clases en Guadalajara. Para ello, ha venido funcionando mediante un contrato de uso a diversos colectivos afines. Ahora, 4 años después, la dirección federal del PCE ha decidido liquidar dicho centro social y venderlo a la especulación inmobiliaria. El motivo parece muy claro: liquidar los movimientos que le hacen sombra.
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