Reciente todavía la muerte de Iñaki, el alpinista oscense Carlos Pauner se dió la vuelta a 200 metros de la cima del Lhotse (8156 metros) al notar que algo "hizo crac en el cerebro" como explicó después. Eso le permitió dormir en campo base y ser atendido por un especialista que en seguida detectó los síntomas de un edema cerebral y le aplicó tratamiento. Si Pauner hubiera seguido hacia la cima lo más probable es que hubiera muerto esa misma noche.
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