Hussein entró en el local y, sin apenas mediar palabra, atacó a la joven, a la que produjo cortes en el brazo y la pierna derecha. Su jefe, Adolfo, intentó apartarle de ella y recibió dos puñaladas en el hemitórax derecho. Aún así, fue capaz de ayudar a la chica a escapar y encerrar al agresor en la pastelería, que cerró con llave desde fuera. Acorralado, se clavó el cuchillo en el abdomen y quedó herido de gravedad.
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