La torre Eiffel, la Basílica del Sacré Cœur, el Louvre, el Museo de Orsay, Montmartre… la lista es enorme porque París es un museo al aire libre con centenares de monumentos históricos en los que perderse. Sin embargo la ciudad de la luz posee otros tesoros menos conocidos que bien merecen una visita y en los que uno puede sentirse “no tan turista.” Ahí va.
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