“Mi señora la vio en el circo y me comentó las condiciones en que estaba, en un camión sin parar de bailar”, ha explicado Sánchez a lun.com. Un año después volvieron a contactar con el circo para adquirir a la hermana de Sonia. A muchos visitantes del safari les hace gracia ver cómo baila la oso panda, pero lo que no saben es cómo aprendió. Los responsables del circo ponían al animal sobre planchas calientes.
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